Hace un tiempo que me pasaron la película “La importancia de llamarse Ernesto”, basada en la obra de teatro del mismo título de Óscar Wilde.
Me gustó bastante, y por eso de que, normalmente, el libro está mucho mejor, pues desde entonces llevo deseando leerlo.
Me lo propuse para este verano y eso hice, disfrutar de la lectura de sus enrevesados y nada desperdiciados diálogos tan inteligentes como irónicos, propios de Óscar Wilde.
Como digo, en ello estaba cuando en sus primeras 24 páginas aparece un término que me ha cautivado de tal manera que me ha hecho detenerme a rumiarlo, «bumburysmo».
En el siguiente diálogo de la obra se da a conocer el término en cuestión:
ALGERNON: …Siempre he sospechado que eras un firme y secreto bunburysta; y ahora estoy absolutamente seguro.
JACK: ¿Bunburysta? ¿Qué demonios quiere decir bunburysta?
ALGERNON: Te revelaré el significado de esta incomparable expresión…
En realidad eres el bunburysta más consumado que conozco…
Ahora que he confirmado que eres un bunburysta, es natural que quiera hablar de bunburysmo contigo. Quiero contarte las reglas.
He aquí mi “rumiage” al intentar aprehender el término:
El Bunburysmo según Óscar Wilde:
– Sr. Bunbury: personaje ficticio, creado por uno de los protagonistas, Algernon, como un gran amigo que está muy enfermo y que justo tiende a recaer en el momento más oportuno, sirviéndole de excusa para evitar acudir a reuniones, actos sociales o cualquier situación que desea eludir.
– Bunburysmo: dícese del hecho de visitar al Sr. Bunbury en sus recaídas, o el hecho de utilizar una mentira que nos deja en buen lugar para evitar una situación que no deseamos o nos incomoda, manteniendo así nuestra intachable y respetable buena apariencia.
– Bunburysta: aquel que practica el bunburysmo, ya sea de forma consciente o inconsciente.
Estos términos, desgraciadamente, no aparecen en la RAE (lo he comprobado, qué decepción…).
Creo que deberían incluirse, por el mismo motivo que se han incluido otros términos: por la asiduidad con que se utilizan.
En este caso, no tanto por la utilización del término en sí como por lo que se pone en práctica por ciertas personas, incluso y sobre todo, aún desconociendo ellas mismas el término. Razón ésta importante y apremiante para incluirlos en la RAE.
Por dar algún dato más (si a alguien le interesa…):
El título original en inglés es «The Importance of Being Earnest» (1985) cuya traducción literal sería «La importancia de ser honesto».
En inglés tiene un doble sentido que se pierde en la traducción, y que realmente el título original le da un nuevo y más profundo sentido a la obra, quedando de esta manera un poco a la sombra, como suele ocurrir en muchas traducciones.
«La importancia de llamarse Ernesto» es una ácida crítica a la hipócrita sociedad burguesa de su tiempo.
El propio autor lo expresó así:
[piopialo vcboxed=»1″]“En asuntos de vital importancia el estilo, y no la sinceridad, es lo que cuenta”[/piopialo]
Lo que me hace pensar si algo de aquello subsiste en nuestra “moderna” sociedad como una doble moral, cierta hipocresía camuflada… ¿tenemos todos algo de bunburystas?
✒ Para leer otras reseñas de libros: Soñando libros.
en este caso, la traducción del título no solo es simplista, es absurda…
el bunburysmo, desde luego, es socialmente conveniente, sí.
Muy interesante tu post, lo he encontrado por casualidad, ya q estoy haciendo un ensayo sobre el libro, y mi tema es precisamente, el Bunburysmo…
Saludos!
PD. Yo tmb me pregunto por q no han aceptado esa palabra en la RAE