Pearl S. Buck nació en Estados Unidos en 1892 pero emigró a los pocos meses a China con sus padres, que eran misioneros presbiterianos, y allí pasó casi 40 años.
Muchas de sus obras hacen referencia a China y a su cultura.
Publicó su primera novela “Viento del este, viento del oeste” en 1930.
En 1935 obtuvo el premio Pulitzer por “La buena tierra” y en 1938 le concedieron el premio Nobel de Literatura (primera mujer estadounidense y de América en ganarlo).
Escribió más de setenta libros, en los que abarcó géneros tan dispares como el relato, el teatro, el guión cinematográfico, la poesía, la literatura infantil, la biografía y hasta un libro de cocina.
“Viento del este, viento del oeste” es una novela, contada en primera persona por Kwei-lan, una mujer china, en modo epistolar a otra mujer china, a la que se dirige como su hermana (refiriéndose a hermana de raza).
Kwei-lan pertenece a una familia china tradicional, durante generaciones, donde siempre se han hecho las cosas como está establecido, sin querer contagiarse por tendencias modernas de occidente. Ella fue educada así, observando rectamente sus tradiciones.
Conforme relata, la historia va dejando entrever, con detalle, en qué consistían las tradiciones y la importancia de las mismas. Esto me ha resultado muy interesante.
Pero se produce un choque el día en que la casan con 17 años, con aquel con quien estaba prometida desde antes de nacer, y resulta que su marido ha estudiado medicina en el extranjero, y viene con ideas modernas, occidentales.
Una de estas ideas (y de la que emanan las demás) es que él considera a la mujer una igual al marido y nunca le impondrá su voluntad.
Desde ese momento, ella ve trastocado todo el mundo que ha conocido hasta entonces, con las férreas tradiciones chinas de sus antepasados, donde la esposa debía estar sometida a su marido y a la familia de éste…y ahora no sabe bien qué debe hacer.
Todo lo que ocurre la tiene profundamente confundida. Su marido hace todo lo contrario a lo que a ella le enseñaron, él reniega de todas las viejas costumbres… y en esa continua fricción de ideas entre los dos, entre la tradición china de ella y lo moderno de occidente de él, van encontrando caminos de entendimiento, y finalmente de amor verdadero.
Pero entonces, podríamos decir que en una segunda parte, sobreviene otro problema en la familia: su hermano, que se había ido a estudiar a América, quiere casarse con una mujer extranjera.
Esto supone una hecatombe en la familia, especialmente para su madre, firme defensora de las tradiciones chinas.
En toda la novela, las mujeres son las que median y a la vez las que se tienen que adaptar, o no, y las consecuencias que de ello se deriva.
El relato se ubica en una ciudad grande de China, a principios del s. XX, donde se produce un choque generacional (entre los mayores aferrados a sus tradiciones milenarias y nacionalismos, frente a los jóvenes) y un choque cultural, al haber éstos últimos estudiado fuera, en el extranjero, y vienen con ideas nuevas, modernas.
“Viento del este, viento del oeste” es una novela de fácil lectura pero de fondo complejo.
Con una estructura dual (occidente-oriente) se mezclan nuevos aprendizajes (normalmente, por amor), y duros enfrentamientos ante los cambios.
Su lectura me ha resultado emocionante, y trepidante en muchos momentos, con descripciones bellísimas, líricas, del entorno donde transcurre cada escena.
© Fotografía: Oriento.
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